Tranquilos, que el mundo no se acaba mañana. Aunque en los telediarios parezca que sí, que cualquier día nos levantaremos y el mundo habrá sido arrasado por las caídas en bolsa, por la quiebra de algún banco más o menos importante. Pero no.
Es increíble que en una misma semana se puedan dar en la bolsa madrileña la mayor bajada y la mayor subida de la historia. Ni todo está tan mal porque haya sospechas de que un banco pueda tener problemas, ni todo está tan bien porque los gobiernos adopten ayudas por si estos problemas se producen.
Lo único que saco en claro de todo es que si nos convencemos de que estamos en problemas, los problemas están ahí, aparecen. Y probablemente más fuertes que si simplemente nos damos cuenta de que puede haber un problema pero nos lo tomamos con calma e intentamos solucionarlo.
Es como cuando se corre el rumor de que va a subir el precio del aceite y todo el mundo compra cantidades ingentes de aceite: el precio del aceite sube, no ya lo que estaba previsto, sino mucho más.
Por todo esto sugiero, desde este humilde foro, un poco de calma por parte de todos. De los gobiernos, de los inversores y de los propios consumidores. Estamos en crisis, pero el mundo no se acaba mañana.
Es increíble que en una misma semana se puedan dar en la bolsa madrileña la mayor bajada y la mayor subida de la historia. Ni todo está tan mal porque haya sospechas de que un banco pueda tener problemas, ni todo está tan bien porque los gobiernos adopten ayudas por si estos problemas se producen.
Lo único que saco en claro de todo es que si nos convencemos de que estamos en problemas, los problemas están ahí, aparecen. Y probablemente más fuertes que si simplemente nos damos cuenta de que puede haber un problema pero nos lo tomamos con calma e intentamos solucionarlo.
Es como cuando se corre el rumor de que va a subir el precio del aceite y todo el mundo compra cantidades ingentes de aceite: el precio del aceite sube, no ya lo que estaba previsto, sino mucho más.
Por todo esto sugiero, desde este humilde foro, un poco de calma por parte de todos. De los gobiernos, de los inversores y de los propios consumidores. Estamos en crisis, pero el mundo no se acaba mañana.