Hoy les voy a contar una anécdota. Recuerdo que en el último partido jugado entre el F.C. Barcelona y el R. Madrid, como perfecto ejemplo de macho español, hubo una cosa que llamó mi atención y que, al momento, comenté con mis amigos. Era la aparición de en los paneles electrónicos de publicidad de la empresa de telefonía móvil
Etisalat . La respuesta de uno de ellos fue la siguiente: "es que este partido de fútbol tiene repercusión mundial". Y es que el mundo tal como lo conocemos se ha acabado. No sólo en muchos aspectos que se mencionan con mayor o menor exactitud en la prensa, sino también en la aparición de una serie de países, hasta ahora emergentes, que se convertirán en el centro del sistema. El caso de Abu Dabi es un ejemplo. Al fin y al cabo, es el Mónaco del siglo XXI. Y acuérdense,
ADIA . Si entran en su página web, apenas una dirección y un número de teléfono.
Sobre Etisalat, algo así como
Orascom pero en Oriente Medio. Un mapa de
The Economist de finales de 2006 con la distribución por países se adjunta abajo dado que no es posible conseguirlo de la edición digital de
The Economist sin suscripción.
¿Para cuándo una OPA de Etisalat sobre, por ejemplo, Telefónica? Hagan sus apuestas pero piensen en digamos
Chinalco y Río Tinto -la propietaria de Alcan- y lo que puede suceder. El mundo está cambiando.
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