En 1914 Europa alcanzó su cenit. Dos potencias europeas Alemania y Gran Bretaña se enfrentaban por la supremacía mundial. La Primera Guerra Mundial significó el principio del fin de esta supremacía para ambas sustituidas por una antigua colonia británica independizada a finales del siglo XVIII. El mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial no sería sino la confirmación de ese nuevo escenario. La decadencia en términos relativos que ha padecido desde 1914 este continente es inexorable.
Aquel año Europa tenía 450 millones de habitantes, que representaban el 25% de la población total. El número de nacimientos era de 15,3 millones -el 22% del total-. En el año 2000, sólo vivían en Europa 685 millones de personas -11,3% de la población mundial-. El número de nacimientos -7,3 millones, 5,1%- indica que el peso de Europa descenderá todavía más -Bardet,J. y Dupâquier, J (dir.): Historia de las poblaciones de Europa. vol III. Síntesis, 2001. Madrid-.
A pesar del elevado número de extanjeros existente en Europa con respecto a tiempos pasados -sólo en la UE de acuerdo con Eurostat se elevaba en 2004 al 5,5% del total de ciudadanos- la llegada de inmigrantes no conseguirá frenar el declive demográfico europeo en términos relativos, ni probablemente, en cifras absolutas.
El desplazamiento del centro de gravedad del mundo desarrollado del Atlántico al Pacífico y al índico es ineluctable, de la misma manera que el Atlántico sustituyó al Mediterráneo cinco siglos ha. Y todo ello con una Europa envejecida incapaz de hacer frente a esta nueva situación.
Aquel año Europa tenía 450 millones de habitantes, que representaban el 25% de la población total. El número de nacimientos era de 15,3 millones -el 22% del total-. En el año 2000, sólo vivían en Europa 685 millones de personas -11,3% de la población mundial-. El número de nacimientos -7,3 millones, 5,1%- indica que el peso de Europa descenderá todavía más -Bardet,J. y Dupâquier, J (dir.): Historia de las poblaciones de Europa. vol III. Síntesis, 2001. Madrid-.
A pesar del elevado número de extanjeros existente en Europa con respecto a tiempos pasados -sólo en la UE de acuerdo con Eurostat se elevaba en 2004 al 5,5% del total de ciudadanos- la llegada de inmigrantes no conseguirá frenar el declive demográfico europeo en términos relativos, ni probablemente, en cifras absolutas.
El desplazamiento del centro de gravedad del mundo desarrollado del Atlántico al Pacífico y al índico es ineluctable, de la misma manera que el Atlántico sustituyó al Mediterráneo cinco siglos ha. Y todo ello con una Europa envejecida incapaz de hacer frente a esta nueva situación.
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